La unidad es fruto del espíritu que representa la característica más férrea del ser humano: la armonía. No guerra, no violencia; armo
nía y paz. Pero, como se puede obtener este bien tan preciado. Basado en algunos textos bíblicos (Efesios 4, 15 – 16; Proverbios 29, 25; Hebreos 13, 4; 2 Tesalonicenses 2, 3-4; Efesios 3: 5-6, 14 -15) y en un articulo publicado en la Atalaya de estudio del mes de Septiembre, espero dar y obtener algunas respuestas.

Primero, debemos quitarnos la amargura, la cólera, no usar palabras injuriosas, evitar la gritería; cultivar una actitud respetuosa con los demás, tratar de sembrar confianza respetando los espacios físicos y emocionales, así como la propiedad ajena, no tomar nada sin permiso, cuando no nos pertenece.

Segundo, debemos de perdonar de corazón y no echar en cara los errores del pasado, porque en caso contrario fomentaríamos la discordia y el conflicto. Por eso, debemos hablar solamente lo bueno, ser bondadosos unos con otros, ser compasivos, y perdonarnos siempre como Dios siempre nos perdona. (En otras palabras, ser imitadores del amor de Dios).

Tercero, nuestra conducta no debe ser relajada, es decir debemos de evitar el coqueteo, sobretodo las personas casadas porque eso puede llevar a la infidelidad y causar la división en el hogar y la familia. Desechemos nuestra vieja personalidad y tratemos de construir una más acorde al ser humano que todos quisiéramos tener a nuestro lado.
QUE LINDO!!!
ResponderEliminarYO TAMBIÉN QUIERO UN MUNDO MÁS UNIDO Y CON MÁS AMOR.
Cariños para ti.
mar
Gracias Mar, Creo que un mundo mejor no solo es una opciòn sino una obligaciòn para con los que vendran despues. ¿Què mundo les dejaremos?
ResponderEliminarUN abrazo.