31 de enero de 2011

¿Qué somos sin amor?



Si nosotros fuéramos del Amor seriamos de Dios. Nuestro amor no fallaría ni jamás dejaría de arder. Aunque somos capaces de dar amor, aùn nuestro amor es falible, arisco en las pruebas, un poco reticente y, a veces, un poco burlón. Sin embargo, cuando amamos con el amor verdadero, el amor que es capaz de darlo todo, perdiéndolo todo sin esperar ganar nada, entonces nos hacemos excelsos pues tenemos a Dios en nosotros, nuestro Dios Amor. Y de esa manera alcanzamos algo de Dios, estando en Èl a travès del amor.
Sin amor no somos nada. Un poco de materia vacía, que espera que su tiempo se cumpla.
Hay que dar amor a todos sin importar el credo, la raza o el sexo. No debemos juzgar porque esa es una facultad que Dios se ha reservado. Olvidemos con frugalidad las ofensas, perdonando con abundancia de amor. Amémonos como nos ama Dios, sin miedo. Porque muchos aman porque temen, pero ese no es un amor verdadero pues no hay amor por miedo, sino que se ama completamente, totalmente como Dios ama, sin reservas, pues su naturaleza es amor.

15 de enero de 2011

Cómo explica la Biblia la homosexualidad.


Pocas veces se genera tanta publicidad como cuando una celebridad declara abiertamente que es homosexual, lesbiana o bisexual. Algunos admiran su valor; otros, critican abiertamente su libertinaje, y otros creen que es un estilo de vida alternativo.

Las opiniones al respecto difieren de una generación a otra y de un país a otro. Sin embargo:

¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?

Las escrituras muestran que Dios creó las facultades sexuales para que esposo y esposa tuvieran elaciones. Cabe señalar que la fornicación, un pecado que condena la Biblia, incluye las relaciones homosexuales como heterosexuales (Génesis 5: 19 - 21)

¿No deberían los cristianos respetar a todas las personas sin importar su preferencia sexual?

Claro que sí. La Biblia declara “Respeten a todo el mundo” (1 Pedro 2: 17). De modo que los cristianos no son homofóbicos, sino que respetan a todo el mundo incluyendo a los homosexuales (Mateo 7:12).

¿No nos enseñó Jesús a ser tolerantes? Entonces, ¿por qué no pueden los cristianos abrirse a la idea de la homosexualidad?

Jesús enseñó que para obtener la salvación tenemos que ejercer fe en él, y eso implica seguir algunas normas morales que prohíben ciertos tipos de conducta como la homosexualidad (Romanos 1: 26, 27)

¿Cómo podría prohibir Dios la homosexualidad a quienes que se sienten atraídas por personas de su mismo sexo? Eso sería cruel.

Esta opinión proviene de la idea equivocada de que los seres humanos deben de seguir sus impulsos sexuales. La Biblia indica que tenemos la capacidad de contro9lar los deseos por voluntad propia y eso nos hace más dignos (Colosenses 3:5)