29 de noviembre de 2010

El nombre mas importante


¿Te imaginas conocer a una persona importante? Una persona que hubiera recorrido todo el mundo, que hubiera estado en todo lugar y que conociera de todas las ramas de las ciencias y de las letras. Una persona, ademàs, bondadosa e interesada en ti. ¿Te gustarìas conocer a una persona asì? Esa persona existe y desea que la llames por su nombre. ¿Te gustaria hacerlo? ¿No serìa maravilloso? Pues esta persona maravillosa te invita a hacerlo. 
Cuando su hijo estuvo en la tierra, se preocupò en  dar a conocer su nombre: "Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre" (Mateo 6:9). Por eso, debemos preocuparnos en conocer y en dar a conocer su nombre.
¿Y cuàl es su nombre? Pues que nos lo diga el mismo: "Asì diràs al pueblo de Israel, YO SOY EL QUE SOY, me ha enviado a ustedes" (Exodo 3:14). El nombre de Dios se conoce como el tetragramatòn porque tiene cuatro (tetra) letras (gramatòn): YHWH. Y se traduce al español como Yahweh o Yavè, o Jehovà.
¿Y por què esa diferencia? Lo que sucede es que el hebreo no posee vocales, asì que al traducirla los exegetas han querido hacerlo lo màs fielmente posible agregàndole las vocales para que se asemeje a su pronunciaciòn.
Pero sea que le llamemos Jehovà o Yavè, hay que dar a conocer el nombre  este Dios maravilloso tantas veces calumniado, pero serà parte de otro post.

Que Jehovà los bendiga siempre.

24 de noviembre de 2010

La necesidad de la compasiòn


Los medios de comunicación generalmente tiende a destacar la brutalidad de los seres humanos y empañan los cactos llenos de compasión, amor y bondad. Y lo hacen porque creen que la insensibilidad y la crueldad llevan al éxito, en consecuencia el egoísmo prima sobre el interés común. Sin embargo, las personas buscan el amor, el afecto, la compasión.
La compasión significa no solo comprender, sino sentir lastima del sufrimiento ajeno, de tal manera que sentimos la necesidad de aliviarlos, atenuar la angustia, levantar el ánimo. La compasión se manifiesta mediante actos como el cuidado de otro y estar a su disposición, pero también a través de palabras, dando consuelo. Pero la compasión no solo debe ser para nuestros familiares, amigos o conocidos, sino también con desconocidos. ¿Es muy difícil de practicar la compasión? No lo es si seguimos la regla de oro: “Haz a otros lo que quieres que otros hagan por ti”. Claro que para ello debemos de desterrar algunos hábitos y llenarnos de ternura y compasión (recordemos que Dios nos ama a todos por igual).
Es un error creer creer que la compasión es debilidad o vulnerabilidad. La verdadera motivación es el amor y el amor nunca es signo de debilidad. Hay que amar al otro como a uno mismo. O mejor aún tratar de ser prójimos unos de otros.
¿Y cual es la recompensa de la compasión? Pues la compasión mantiene la armonía, resuelve conflictos, aclara los malentendidos que se producen cuando no expresamos nuestros sentimientos o pensamientos de manera correcta o por la malinterpretación de nuestras acciones. La compasión tiene el poder de aliviar al afligido si es que mostramos un interés sincero en las personas y sus problemas. Además, se logra un ambiente de paz y amor.
Hay que recordar que la compasión atrae pero la rudeza provoca rechazos.


Basado en los textos bíblicos: Mt 5:46-47; 7:12; Col. 3:9-113; 1 Jn. 4:16; ! Pedro 3:8; Rom. 15,7 y 12:15; Lc 6:35 . Y en una ediciòn de la "Atalaya" 12 Dic. 2007.

16 de noviembre de 2010

Como lograr la unidad

La unidad es fruto del espíritu que representa la característica más férrea del ser humano: la armonía. No guerra, no violencia; armonía y paz. Pero, como se puede obtener este bien tan preciado. Basado en algunos textos bíblicos (Efesios 4, 15 – 16; Proverbios 29, 25; Hebreos 13, 4; 2 Tesalonicenses 2, 3-4; Efesios 3: 5-6, 14 -15) y en un articulo publicado en la Atalaya de estudio del mes de Septiembre, espero dar y obtener algunas respuestas.

Primero, debemos quitarnos la amargura, la cólera, no usar palabras injuriosas, evitar la gritería; cultivar una actitud respetuosa con los demás, tratar de sembrar confianza respetando los espacios físicos y emocionales, así como la propiedad ajena, no tomar nada sin permiso, cuando no nos pertenece.

Recuerden que el dejarse llevar por la ira puede traer terribles consecuencias: el lastimar a personas apreciadas para nosotros, alejarnos de ellas y causar resentimientos profundos, heridas emocionales difíciles de sanar. Por eso, no debemos dejarnos llevar por la ira, y aunque estuviéramos airados no hacer comentarios o actos precipitados.

Segundo, debemos de perdonar de corazón y no echar en cara los errores del pasado, porque en caso contrario fomentaríamos la discordia y el conflicto. Por eso, debemos hablar solamente lo bueno, ser bondadosos unos con otros, ser compasivos, y perdonarnos siempre como Dios siempre nos perdona. (En otras palabras, ser imitadores del amor de Dios).

Todos los seres humanos somos diferentes unos de otros. Algunos tienen mayor habilidad en una que otra actividad. Debemos buscar aquello de bueno en la otra persona, y tratar de ser un solo cuerpo que tiene una cabeza, que es Dios. Si un ser humano sufre en algún lugar del mundo debe dolernos también a nosotros como si fuera nuestro propio cuerpo.

Tercero, nuestra conducta no debe ser relajada, es decir debemos de evitar el coqueteo, sobretodo las personas casadas porque eso puede llevar a la infidelidad y causar la división en el hogar y la familia. Desechemos nuestra vieja personalidad y tratemos de construir una más acorde al ser humano que todos quisiéramos tener a nuestro lado.

2 de noviembre de 2010

La capacidad de perdonar


Al ir "caminando" por el mundo de las religiones he notado que se soslaya la capacidad de Dios de perdonar y de amar y se le menciona siempre com un Dios castigador, inmesiricorde, inflexible, y eso es una total mentira. Dios se enoja, y cuando él se enoja, ayayay, que el mismo Dios nos coja confesados. Pero más grande que su enojo es siempre su corazón abierto al perdón. Y a las pruebas me remito.
Veamos la historia del rey Ezequias que hizo lo malo contra él, que lo ofendió muchisimo, pues en otro tiempo Dios lo había bendecido tanto que se hizo un rey muy poderoso, muy rico, hasta se mandó a construir habitaciones especiales que lleno de oro y plata. Entonces este rey Ezequias enfermo y Dios le mandó  a decir con el profeta Isaias que su fin estaba cerca. Ezequias se puso a llorar terriblemente pidiendo perdón a Dios. Y Dios sintió pena enorme por él, tanto que ni siquiera Isaias había abandonado la habitación le dio un nuevo mensaje: dile que lo perdonó. y dio marcha atrás de su condena a este rey. ¿No es grande el amor de Dios y su capacidad de perdonar?

"2 Reyes 20:1 En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.
20:2 Entonces él volvió su rostro a la pared, y oró a Jehová y dijo:
20:3 Te ruego, oh Jehová, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.
20:4 Y antes que Isaías saliese hasta la mitad del patio, vino palabra de Jehová a Isaías, diciendo:
20:5 Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.
20:6 Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor a mí mismo, y por amor a David mi siervo."

Bendito sea el nombre de Dios