¿Te imaginas conocer a una persona importante? Una persona que hubiera recorrido todo el mundo, que hubiera estado en todo lugar y que conociera de todas las ramas de las ciencias y de las letras. Una persona, ademàs, bondadosa e interesada en ti. ¿Te gustarìas conocer a una persona asì? Esa persona existe y desea que la llames por su nombre. ¿Te gustaria hacerlo? ¿No serìa maravilloso? Pues esta persona maravillosa te invita a hacerlo.
Cuando su hijo estuvo en la tierra, se preocupò en dar a conocer su nombre: "Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre" (Mateo 6:9). Por eso, debemos preocuparnos en conocer y en dar a conocer su nombre.
¿Y cuàl es su nombre? Pues que nos lo diga el mismo: "Asì diràs al pueblo de Israel, YO SOY EL QUE SOY, me ha enviado a ustedes" (Exodo 3:14). El nombre de Dios se conoce como el tetragramatòn porque tiene cuatro (tetra) letras (gramatòn): YHWH. Y se traduce al español como Yahweh o Yavè, o Jehovà.
¿Y por què esa diferencia? Lo que sucede es que el hebreo no posee vocales, asì que al traducirla los exegetas han querido hacerlo lo màs fielmente posible agregàndole las vocales para que se asemeje a su pronunciaciòn.
Pero sea que le llamemos Jehovà o Yavè, hay que dar a conocer el nombre este Dios maravilloso tantas veces calumniado, pero serà parte de otro post.
Que Jehovà los bendiga siempre.